“La Traición”
Ella quería hacer la diferencia. ¿Sería tan difícil que su vida no fuera igual a la de los demás? Típica vida: Terminar la carrera -algunos casos-, casarse, tener hijos.. ¿Sólo eso? Su madre solía decirle que la vida de ella, sería igual a la de los demás, si no estudiaba. La idea la aterraba. Ella creía en que el verdadero amor existía, solo si se encontraba a la persona verdaderamente indicada. Sabía que existía en verdad "la alma gemela" de cada quién, pero casi nadie la encontraba, ya que estaba más ocupadas en sus propios intereses, no buscaban. La razón de los matrimonios fracasados.
Ella no quería que fuera así. Y lo logró.. a menos a su manera.
La ilusión de cualquier chica sería enamorarse, encontrar su "amor". Anne Lack, una joven de 19 años, delgada, pelo largo & oscuro, ojos cafés, con rasgos latinos. Madre mexicana, padre norteamericano. Su familia era de clase alta, con lujos y todo eso. Anne sabía que en el futuro tendría eso, aburrida pero la "grande" recompensa del magnífico dinero. Cuando sus padres se separaron, cuando ella tenía 11 años, Anne y su madre se mudaron a México. Tenía una vida común, con amigos, amigas, novio.. a quién realmente quería demasiado. Llevaban 8 años de novios. ¡Wow! Casi desde que Anne se mudo al lugar. Eran muy felices juntos. Se divertían, convivían mucho.
Linda mañana aquella, Anne regresaba de su viaje que hacía cada mes. Visitaba a su padre, le encantaba verlo. A pesar de todo, era su padre y se sentía orgullosa de él. Continuando, aquél día, ella se encontraba feliz de saber que vería a su novio, Ogeid Triucateb, de origen europeo.
El padre de Anne, Benjamin Lack le había regalado un viaje hacia un lugar de Europa, como regalo de cumpleaños atrasado. Ella había escogido Irlanda, porque siempre había escuchado maravillas sobre ese lugar & deseaba con cada partícula de su cuerpo estar en ese lugar. Sabía que hay encontraría una paz absoluta, teniendo un contacto con la naturaleza. Durante el viaje, había visto fotos realmente preciosas de paisajes de aquél país. Moría de ganas de estar ahí con la persona que amaba, Ogeid. Eso los uniría más como pareja.. o tal vez eso suponía. Quería darle una sorpresa a su enamorado llegando sin avisar, con boletos en mano. Llegó al aeropuerto & un carro especial de su familia, con chofer, la recogió. Anne estaba emocionada, & además, muy hermosa. Usaba un largo vestido color perla, un escote perfecto para su figura. Tenía el pelo suelto, como solía usarlo siempre, con su característico tipo rizado. Entró con discreción. Suponía, por la hora, que él aún estaría en la cama.
Era una casa algo chica, no muy nueva, pero bien conservada. Anne dejó sus zapatos en la entrada, agarró los boletos, & felizmente se dirigió a la cocina por un vaso de agua, ya que realmente moría de sed después del cansado viaje que había tenido hacía un par de horas atrás.
Escuchó una risa, de inmediato la reconoció. Era de Ogeid. Pensó que él había notado ya su presencia, así que dijo: “¿Dónde estás?”, seguido por una risa dulce. “Amor, ya se que estás ahí. No te escondas, te tengo una sorpresa”. Escuchó de nuevo una risa, proveniente de la habitación de él, así que optó de una vez, dirigirse a su cuarto. Aferró los boletos hacia ella, un paso antes del cuarto de su novio, suspiró con extrema felicidad.
“Dios Mío Santo”, fue lo que dijo. No podía creer lo que estaba frente a ella. Ogeid, su novio & su mejor amiga Nidia, estaban besándose. Aquélla hermosa cara de felicidad, se había vuelto totalmente lo contrario. Unas lágrimas empezaron a caer de ese par de bellos ojos, dirigió la mirada al suelo. Estaba en shock. Su respiración se volvió más agitada cada vez, volvió a ver la escena, pero este par no se había percatado de la presencia de la bella morena. “Como pudieron..” fueron las palabras que exclamó debido a la traición de ellos. ¿Nidia & Ogeid? ¿Ogeid & Nidia? ¿Pero.. cómo? ¿Desde cuándo? ¿Me han estado viendo la cara de imbécil? ¿Qué paso? ¿Me merezco esto?. Miles & miles de preguntas rondaron en su cabeza en menos de un segundo. Nidia no era una chica muy decente, pero tampoco era mala, mucho menos para traicionar a la que se suponía ser su “mejor amiga”. Sintió algo horrible en el pecho, lo que hizo que se hiciera para atrás. Los traicioneros la miraban con una expresión de terror, & culpabilidad; “¡Anne!”, dijeron al mismo tiempo. Anne aún ahí, negaba con la cabeza, tiro al suelo uno de los boletos. Lloraba porque realmente le dolía. Si Ogeid no la quería más.. se lo hubiera dicho. Si Nidia se sentía atraída por su novio.. se lo hubiera comentado. No entendía bastantes cosas. La preciosa morena salió corriendo, no quería seguir viéndolos más. Salió de la casa, cerrando la puerta de golpe. Sentía un hueco profundo por dentro. Con la mano derecha tocaba su corazón, su pecho. “¡Maldita sea!”, se repetía. Subió rápidamente al coche, y se tiró sobre el asiento. Le pidió al chofer que si podrían retirarse lo más lejos & pronto que pudieran. Se sentía como una estúpida. ¿Quién no se sentiría fatal al ver que 2 de las personas que más amas en el mundo te traicionaran de esa manera tan cruel? Lloraba & lloraba. El chofer la veía, pero sabía que no podía hacer nada por ella, salvo seguir sus órdenes.
Stevan, el chofer se estacionó en una gasolinera. Abrió la puerta del coche, y le dijo a Anne: “Disculpe señorita. Tengo que llenarle el tanque a este carro”. Ella asintió. Levantó la cara. Stevan regresó & Anne, con voz muy firme, dijo: “Stephen, lléveme al aeropuerto”.
Ella quería hacer la diferencia. ¿Sería tan difícil que su vida no fuera igual a la de los demás? Típica vida: Terminar la carrera -algunos casos-, casarse, tener hijos.. ¿Sólo eso? Su madre solía decirle que la vida de ella, sería igual a la de los demás, si no estudiaba. La idea la aterraba. Ella creía en que el verdadero amor existía, solo si se encontraba a la persona verdaderamente indicada. Sabía que existía en verdad "la alma gemela" de cada quién, pero casi nadie la encontraba, ya que estaba más ocupadas en sus propios intereses, no buscaban. La razón de los matrimonios fracasados.
Ella no quería que fuera así. Y lo logró.. a menos a su manera.
La ilusión de cualquier chica sería enamorarse, encontrar su "amor". Anne Lack, una joven de 19 años, delgada, pelo largo & oscuro, ojos cafés, con rasgos latinos. Madre mexicana, padre norteamericano. Su familia era de clase alta, con lujos y todo eso. Anne sabía que en el futuro tendría eso, aburrida pero la "grande" recompensa del magnífico dinero. Cuando sus padres se separaron, cuando ella tenía 11 años, Anne y su madre se mudaron a México. Tenía una vida común, con amigos, amigas, novio.. a quién realmente quería demasiado. Llevaban 8 años de novios. ¡Wow! Casi desde que Anne se mudo al lugar. Eran muy felices juntos. Se divertían, convivían mucho.
Linda mañana aquella, Anne regresaba de su viaje que hacía cada mes. Visitaba a su padre, le encantaba verlo. A pesar de todo, era su padre y se sentía orgullosa de él. Continuando, aquél día, ella se encontraba feliz de saber que vería a su novio, Ogeid Triucateb, de origen europeo.
El padre de Anne, Benjamin Lack le había regalado un viaje hacia un lugar de Europa, como regalo de cumpleaños atrasado. Ella había escogido Irlanda, porque siempre había escuchado maravillas sobre ese lugar & deseaba con cada partícula de su cuerpo estar en ese lugar. Sabía que hay encontraría una paz absoluta, teniendo un contacto con la naturaleza. Durante el viaje, había visto fotos realmente preciosas de paisajes de aquél país. Moría de ganas de estar ahí con la persona que amaba, Ogeid. Eso los uniría más como pareja.. o tal vez eso suponía. Quería darle una sorpresa a su enamorado llegando sin avisar, con boletos en mano. Llegó al aeropuerto & un carro especial de su familia, con chofer, la recogió. Anne estaba emocionada, & además, muy hermosa. Usaba un largo vestido color perla, un escote perfecto para su figura. Tenía el pelo suelto, como solía usarlo siempre, con su característico tipo rizado. Entró con discreción. Suponía, por la hora, que él aún estaría en la cama.
Era una casa algo chica, no muy nueva, pero bien conservada. Anne dejó sus zapatos en la entrada, agarró los boletos, & felizmente se dirigió a la cocina por un vaso de agua, ya que realmente moría de sed después del cansado viaje que había tenido hacía un par de horas atrás.
Escuchó una risa, de inmediato la reconoció. Era de Ogeid. Pensó que él había notado ya su presencia, así que dijo: “¿Dónde estás?”, seguido por una risa dulce. “Amor, ya se que estás ahí. No te escondas, te tengo una sorpresa”. Escuchó de nuevo una risa, proveniente de la habitación de él, así que optó de una vez, dirigirse a su cuarto. Aferró los boletos hacia ella, un paso antes del cuarto de su novio, suspiró con extrema felicidad.
“Dios Mío Santo”, fue lo que dijo. No podía creer lo que estaba frente a ella. Ogeid, su novio & su mejor amiga Nidia, estaban besándose. Aquélla hermosa cara de felicidad, se había vuelto totalmente lo contrario. Unas lágrimas empezaron a caer de ese par de bellos ojos, dirigió la mirada al suelo. Estaba en shock. Su respiración se volvió más agitada cada vez, volvió a ver la escena, pero este par no se había percatado de la presencia de la bella morena. “Como pudieron..” fueron las palabras que exclamó debido a la traición de ellos. ¿Nidia & Ogeid? ¿Ogeid & Nidia? ¿Pero.. cómo? ¿Desde cuándo? ¿Me han estado viendo la cara de imbécil? ¿Qué paso? ¿Me merezco esto?. Miles & miles de preguntas rondaron en su cabeza en menos de un segundo. Nidia no era una chica muy decente, pero tampoco era mala, mucho menos para traicionar a la que se suponía ser su “mejor amiga”. Sintió algo horrible en el pecho, lo que hizo que se hiciera para atrás. Los traicioneros la miraban con una expresión de terror, & culpabilidad; “¡Anne!”, dijeron al mismo tiempo. Anne aún ahí, negaba con la cabeza, tiro al suelo uno de los boletos. Lloraba porque realmente le dolía. Si Ogeid no la quería más.. se lo hubiera dicho. Si Nidia se sentía atraída por su novio.. se lo hubiera comentado. No entendía bastantes cosas. La preciosa morena salió corriendo, no quería seguir viéndolos más. Salió de la casa, cerrando la puerta de golpe. Sentía un hueco profundo por dentro. Con la mano derecha tocaba su corazón, su pecho. “¡Maldita sea!”, se repetía. Subió rápidamente al coche, y se tiró sobre el asiento. Le pidió al chofer que si podrían retirarse lo más lejos & pronto que pudieran. Se sentía como una estúpida. ¿Quién no se sentiría fatal al ver que 2 de las personas que más amas en el mundo te traicionaran de esa manera tan cruel? Lloraba & lloraba. El chofer la veía, pero sabía que no podía hacer nada por ella, salvo seguir sus órdenes.
Stevan, el chofer se estacionó en una gasolinera. Abrió la puerta del coche, y le dijo a Anne: “Disculpe señorita. Tengo que llenarle el tanque a este carro”. Ella asintió. Levantó la cara. Stevan regresó & Anne, con voz muy firme, dijo: “Stephen, lléveme al aeropuerto”.
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