"Connor"
Unos rayos de Sol salían de la ventana. Los sintió en su cama. Todavía no amanecía del todo, pero había dormido ya bastante. Habían pasado casi 2 días de la inolvidable traición. Se estiró. Entró al baño a cambiarse de ropa, lavarse los dientes, asearse toda.
Hacía mucho frío. Tenía demasiada hambre, pero era algo difícil en sus gustos de la comida. Buscaría restaurantes de comida americana. Río. Salió del hotel, & anotó el nombre del hotel para no perderse de regreso. ¿Qué haría primero? No sabía a dónde ir, no conocía a nadie por ahí.
Tenía un abrigo, porque realmente estaba helado. También tenía un gorrito, sentía que se veía algo obesa, pero cómoda. Había mucho viento también. Buen día escogió para salir.. pero no tenía nada más que hacer, & un ‘vientecito’ le iba a arruinar el viaje. Un papel le cayó justamente en la cara. Estaba en inglés & en irlandés. Se sorprendió por la rudeza de las palabras. No entendió mucho por la mala calidad del papel, pero alcanzó a leer que debían aniquilar a todos los duendes del lugar, que los deberían capturar & ofrecerlos. Eso le aterró, pero según ella tenía suerte de no ser un “duende”. Otra vez río de que LOS DUENDES NO EXISTEN. Si existieran, la aterrarían demasiado. Era como las guerras mundiales ese plan de aniquilar a aquellos seres, un exterminio de gente, pero esta vez eran con duendes.
Le pareció un problema “tonto”, puesto a que los duendes no sienten.. ¿o sí?. Trató de leer más, pero no podía. Se sentía perdida en esa ciudad. Era bastante grande, pero las calles se parecían mucho. No sabía a dónde ir, ni que hacer.
Camino & caminó. Sin saber cómo, salió de la ciudad. Se le había ido el tiempo demasiado rápido, ya que empezaba a oscurecer. Le sorprendió demasiado que no hubiera sentido el tiempo. Observó su reloj, eran cerca de las 9 de la noche. Curiosamente no tenía hambre, pero sí un fuerte dolor de pies. Era obvio, había caminado kilómetros. Se sentó en una roca que estaba por ahí. No había parado para nada. Tenía sueño, & se encontraba perdida. “Vaya aventura”, dijo para ella misma.
No sabía en dónde estaba, se desesperó un poco, se oían truenos en el cielo, como si fuera a llover. Se preocupó. ¿Qué haría sola en medio de la nada, sin hablar el idioma natal, en la noche, con una fuerte lluvia? Trató de tranquilizarse, pero era algo paranoica & escuchaba ruidos donde no los había.
Se paró, & dio algunos pasos más. Miró hacia el cielo, estaba demasiado estrellado, lo que lo hacía verse hermoso. Se quedó perdida mirando el firmamento. Hasta que unas gotas de lluvia empezaron a caer desde allá arriba fuertemente. Ni se inmutó. Aquélla vista le parecía preciosa, a pesar de que algunas gotas le molestaban ver. Empezó a sonreír. Se sentía feliz. Algo intranquila, pero feliz. Cerró los ojos, & abrió los brazos. Seguía lloviendo. Estaba completamente mojada.
De repente, escuchó a un hombre hablar. No entendió prácticamente NADA de lo que había dicho. Giró & encontró a el hombre más hermoso que jamás había visto en toda su vida. Bueno, al menos para ella sí. Se quedó mirando fijamente aquéllos dos ojos marrones. El cabello de aquél buen hombre era oscuro. No podía apreciar mucho, debido a la oscuridad, pero le gustaba a Anne.
Se mordió el labio. Le salió decir: “¿Qué?”. El joven parecía algo asustado, pero esa tensión en el rostro se acabó. Río ligeramente, & le dijo: “No eres de por aquí.. ¿Cierto?” Anne negó con la cabeza. “Lo siento. Pero es que.. –mintiendo- hago paseos de noche por aquí”. Para Anne eso no había tenido mucho sentido, pero le daba igual. “¿Alguien te mandó?”, pregunto el muchacho. Anne negó nuevamente con la cabeza, mirándolo con algo de miedo. “¿Pasarás la noche aquí..?”, preguntó él. “No sé. Estoy perdida.” Él se acerco, le extendió la mano. “Connor. Soy Connor”
Hacía mucho frío. Tenía demasiada hambre, pero era algo difícil en sus gustos de la comida. Buscaría restaurantes de comida americana. Río. Salió del hotel, & anotó el nombre del hotel para no perderse de regreso. ¿Qué haría primero? No sabía a dónde ir, no conocía a nadie por ahí.
Tenía un abrigo, porque realmente estaba helado. También tenía un gorrito, sentía que se veía algo obesa, pero cómoda. Había mucho viento también. Buen día escogió para salir.. pero no tenía nada más que hacer, & un ‘vientecito’ le iba a arruinar el viaje. Un papel le cayó justamente en la cara. Estaba en inglés & en irlandés. Se sorprendió por la rudeza de las palabras. No entendió mucho por la mala calidad del papel, pero alcanzó a leer que debían aniquilar a todos los duendes del lugar, que los deberían capturar & ofrecerlos. Eso le aterró, pero según ella tenía suerte de no ser un “duende”. Otra vez río de que LOS DUENDES NO EXISTEN. Si existieran, la aterrarían demasiado. Era como las guerras mundiales ese plan de aniquilar a aquellos seres, un exterminio de gente, pero esta vez eran con duendes.
Le pareció un problema “tonto”, puesto a que los duendes no sienten.. ¿o sí?. Trató de leer más, pero no podía. Se sentía perdida en esa ciudad. Era bastante grande, pero las calles se parecían mucho. No sabía a dónde ir, ni que hacer.
Camino & caminó. Sin saber cómo, salió de la ciudad. Se le había ido el tiempo demasiado rápido, ya que empezaba a oscurecer. Le sorprendió demasiado que no hubiera sentido el tiempo. Observó su reloj, eran cerca de las 9 de la noche. Curiosamente no tenía hambre, pero sí un fuerte dolor de pies. Era obvio, había caminado kilómetros. Se sentó en una roca que estaba por ahí. No había parado para nada. Tenía sueño, & se encontraba perdida. “Vaya aventura”, dijo para ella misma.
No sabía en dónde estaba, se desesperó un poco, se oían truenos en el cielo, como si fuera a llover. Se preocupó. ¿Qué haría sola en medio de la nada, sin hablar el idioma natal, en la noche, con una fuerte lluvia? Trató de tranquilizarse, pero era algo paranoica & escuchaba ruidos donde no los había.
Se paró, & dio algunos pasos más. Miró hacia el cielo, estaba demasiado estrellado, lo que lo hacía verse hermoso. Se quedó perdida mirando el firmamento. Hasta que unas gotas de lluvia empezaron a caer desde allá arriba fuertemente. Ni se inmutó. Aquélla vista le parecía preciosa, a pesar de que algunas gotas le molestaban ver. Empezó a sonreír. Se sentía feliz. Algo intranquila, pero feliz. Cerró los ojos, & abrió los brazos. Seguía lloviendo. Estaba completamente mojada.
De repente, escuchó a un hombre hablar. No entendió prácticamente NADA de lo que había dicho. Giró & encontró a el hombre más hermoso que jamás había visto en toda su vida. Bueno, al menos para ella sí. Se quedó mirando fijamente aquéllos dos ojos marrones. El cabello de aquél buen hombre era oscuro. No podía apreciar mucho, debido a la oscuridad, pero le gustaba a Anne.
Se mordió el labio. Le salió decir: “¿Qué?”. El joven parecía algo asustado, pero esa tensión en el rostro se acabó. Río ligeramente, & le dijo: “No eres de por aquí.. ¿Cierto?” Anne negó con la cabeza. “Lo siento. Pero es que.. –mintiendo- hago paseos de noche por aquí”. Para Anne eso no había tenido mucho sentido, pero le daba igual. “¿Alguien te mandó?”, pregunto el muchacho. Anne negó nuevamente con la cabeza, mirándolo con algo de miedo. “¿Pasarás la noche aquí..?”, preguntó él. “No sé. Estoy perdida.” Él se acerco, le extendió la mano. “Connor. Soy Connor”
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