Todavía tenía en la cabeza la imagen de ese par. Quería alejarse de ese lugar, porque todo, absolutamente TODO le recordaba a Ogeid. Iba a realizar ese viaje a Irlanda sola. Por un momento se arrepintió de haber dejado el boleto de Ogeid ahí en su casa, pensó que él la seguiría. Sacudió su cabeza & se apoyó en el respaldo del asiento del carro. Miró por la ventana, estaban pasando por un parque que solía pasear con Ogeid, sus ojos se humedecieron de nuevo, & pensó que no debía llorar más por él, pues a él no parecía haberle costado trabajo engañarla. Apoyó su cabeza en su brazo, & cerró sus ojos. Se quedó dormida.
“Señorita, despierte. Ya llegamos”, escuchó Anne. Abrió sus ojos & se los talló con ambas manos. Bostezó, & dijo para ella misma: “Devuelta al mismo lugar”. Stevan parecía no entender mucho, pero calló. La ayudó a bajar su equipaje, que no era mucho, se trataba de una pequeña maleta de ruedas, color morada. Anne la tomó & se dirigió a Stevan: “Gracias. Iré a Irlanda, pero por favor no le diga a nadie a donde fui. Si mi padre o madre preguntan por mí, dígales que estoy en Sudamérica. No quiero que nadie se entere.. me comunicaré con usted cuando llegue para informarle que estoy bien. Confío en usted” Stevan asintió orgulloso de que se había ganado la confianza de Anne. Había trabajado con los Lack desde hacía mucho tiempo atrás. Era buena persona. Lack hizo un gesto de despedida hacia su empleado, & se adentró al aeropuerto.
Se sentía algo emocionada por su viaje, porque conocería un lugar hermoso. No sabía cuánto tiempo se quedaría ahí, pero duraría lo necesario para encontrarse con ella misma.
Ahora que lo pensaba bien, Ogeid a veces no la dejaba ser ella, sino ser quien él quería que ella fuera. Sabía que no tenía caso seguirle dando vueltas al mismo asunto. Su novio & su mejor amiga la habían traicionado & eso era un hecho. Se preguntaba que están haciendo esos dos en esos dos en ese momento. Abordó el avión, & sonrió. No sabía cómo, pero sintió que iba a una nueva vida.
Era un avión moderno, nuevo. Olía a limpio. Todavía estaba un poco hinchada de las lágrimas que había derramado. No había mucha gente en el avión. Le había tocado sola en su hilera de asientos. Pero todavía no debía cantar victoria. Su vuelo haría escalas en muchas partes del mundo así que en uno de esos podría toparse con alguien insoportable. O agradable.
Salió de México & se dirigió el avión hacia Nueva York. Ella vio la ciudad desde allá arriba. Era enorme, llena de luces. “Algún día tengo que visitar este lugar”, dijo.
Aterrizó el avión en aquélla luminosa ciudad. No era muy tarde, era la hora de la comida, así que en aquélla ciudad les dieron tiempo a los pasajeros de comer en el aeropuerto. Sintió un poco de ironía al saber que esa misma mañana había estado en el mismo país, ido a México, & regresado, aunque sea una ciudad diferente. No tenía mucha hambre, pero sabía que le esperaban otras horas más de vuelo, así que prefirió prevenir. Compró algunas revistas, para no aburrirse. Sonó su celular, enseguida lo buscó, lo encontró & contestó: “¿Hola?..” bajo la cabeza “Lo siento, Ogeid. Tú & ella me hirieron bastante –se le quebró la voz- no tienen vergüenza.” Se limpió las lágrimas. “No, no puedo entenderlo. Dices que me amas, pero vas & le haces no se qué a ella. Perdí la confianza en ustedes”. “No te diré donde estoy, no te interesa.” & colgó.
Aún le dolía. Era obvio, no había pasado mucho tiempo. Había sido esa misma mañana. Apagó el celular. No quería recibir otra llamada “desagradable”. Anunciaron que los pasajeros de su vuelo volvieran al avión. Abordó de nuevo. Ahora le había tocado con una mujer joven. Parecía hindú. Se sentó & le sonrió. “Soy Anne”, le dijo amablemente. “Ashaali”, respondió la otra mujer. “Lindo nombre.. es hindú, ¿cierto?” “Sí. Nací en la India, me dirijo hacia Europa” “Yo también”, replicó.
Ashaali miró fijamente a Anne. Ésta última se percató & le dijo “¿Está todo bien?”. La asiática le pregunto que si le pasaba algo, pues tenía los ojos llorosos. Anne no dudó en contarle todo, pues era más abierta con los desconocidos. Rápidamente se echó a llorar nuevamente, lo que hizo que su compañera de vuelo la abrazara. “No te preocupes, linda. Es mejor que te hayas dado cuenta pronto. Ese tipo no te supo valorar. Siéntete feliz de que ya no tendrás a un traicionero como pareja, ni a una zorra como amiga. Estás cerrando un ciclo en tu vida, reinicia. Yo me dirijo a Londres, pero como me dices, tú a Irlanda. He estado un par de veces allá. Te encantará. La vida te tiene preparadas varias sorpresas. No estés mal por él. Vive la vida, tal vez hay muchas, pero ahorita estás viviendo ésta, aprovéchala al máximo. Sé feliz & lucha contra las trabas que te tenga la vida”.
Anne sintió una alegría inmensa por las palabras dichas por Ashaali. “Gracias” es lo único que le pudo decir. Se sorprendió de la sabiduría de aquella mujer.
Lack recargó su cabeza sobre el hombro de Ashaali como si hubieran sido amigas de toda la vida. Fue cerrando sus ojos lentamente, vio que ya no era tan “temprano”, puesto que eran más horas allá. Pensó que había sido un día muy loco, & en efectivo, lo había sido. Se quedó dormida.
viernes, 13 de febrero de 2009
Capítulo #2: El Vuelo.
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